El baile se ha convertido en los últimos tiempos en una actividad muy importante para realizarla en pareja, algo que es capaz de unir mucho más a aquellos que están dentro de una relación, tal vez no en el mejor momento, y que les ofrece un resquicio de complicidad, paz y sobre todo, divertimento. Y es que también hay bailes que se realizan de forma individual, pero nosotros vamos a centrarnos hoy en uno de los más populares bailes por parejas, el reconocido internacionalmente como el baile más apasionado, el tango argentino, una modalidad que seguro que habrás visto un millón de veces en películas y televisión.
Se trata de un tipo de baile que acompaña a la tonada típica de aquella zona del mundo, con una letra que suele hablar de desamor y una cadencia propia muy peculiar que hace que el baile también sea vistoso y distinto. Puede que hayas comprobado lo difícil que es bailar un tango viendo a otros hacerlo, normalmente profesionales con una dilata experiencia en este tipo de danzas, pero cuando le coges el truco, cuando te preparas de verdad, te das cuenta de que al final no es para tanto y eres capaz de enlazar cada movimiento con tu pareja de una manera sensual y eficaz. Aquí te vamos a enseñar las claves para conseguirlo.
Domina el arte de la caminata
Como ya habrás podido comprobar, el tango es una danza que se compone, como la mayoría de bailes, de varios movimientos distintos. Siempre con las manos entrelazadas, tenemos el más básico de todos que es la caminata. Lo complicado de este movimiento es realizarlo al compás de la música y además, mirando a la cara a nuestra pareja, sin fijarnos en los pies. Al principio cuesta muchísimo y no serás pocas las veces en las que te puedas llegar a tropezar incluso, pero con el tiempo vas cogiendo el ritmo y la caminata se convierte en algo automático.
Este movimiento, como su propio nombre indica, consiste en caminar en una u otra dirección, dependiendo lo que marque el baile en ese momento, pero con unos pasos muy concretos. Son pasos cortos terminados en zancadas en diferentes direcciones, dependiendo del momento del baile. Lo realmente complicado no es solo acordarse de cada paso en la dirección correcta, sino también darlos con la máxima precisión para no entorpecer a nuestra pareja, a la que tenemos pegada a nosotros, ya que el tanto se baila prácticamente abrazados, y eso hace que la coordinación en la pareja deba ser total para que la danza salga bien.
El abrazo en el tango argentino
Como adelantábamos arriba, una de las características más notorias del tango es que ambos bailarines están completamente pegados, abrazados de hecho, a la hora de bailar. La parte de arriba del cuerpo debe estar fundida entre los dos bailarines, mientras que las piernas deben tener mayor libertad de movimiento para dar esos pasos y esas zancadas. Hay momentos en los que la pareja se separa para volver luego a unirse de una manera aun más intensa y cercana, lo que hace que el baile sea tremendamente pasional. La seguridad en los movimientos debe ser absoluta para que todo salga como debe, así que es normal que al principio el baile no sea tan vistoso, hasta que no se coja confianza.
Escucha tangos en casa
Si no estamos demasiado familiarizados con este baile típico de Argentina, lo mejor es escuchar muchos tangos para irnos haciendo a la melodía, al ritmo y sobre todo a la cadencia, que es lo más importante a la hora del baile. Escucharemos tangos clásicos y los tendremos en la cabeza mientras bailamos, porque lo mejor de este estilo es que, con alguna variación en el ritmo y el tempo, la mayoría de tangos se bailan de la misma manera, así que podemos ir ensayándolos mentalmente cuando los estemos escuchando y así mejorar nuestras habilidades de baile sin estar en la pista siquiera.
Lo más importante es tener una buena actitud
Como con todo en esta vida, la actitud con la que nos enfrentemos a esto de aprender a bailar tangos es lo que nos llevará al éxito… o al fracaso. Es algo complicado, especialmente si no estás familiarizado con el baile, pero eso no debe hacernos desesperar porque si tenemos paciencia, con práctica y concentración seguro que logramos dominar esta sensual danza y bailar de una manera espectacular. Solo hay que ponerle ganas y empeño, porque con una buena actitud, cualquier barrera se puede superar.
Hay muchas parejas que se toman esto de aprender a bailar tangos como un reto, como algo que les una y les haga tener mayor complicidad, y eso es perfecto siempre que tengamos la actitud correcta, porque de lo contrario será una nueva piedra en la relación tal vez ya maltrecha. La actitud siempre debe ser positiva, con ganas de seguir aprendiendo y sobre todo, con paciencia, porque este tipo de bailes tampoco se pueden dominar en un par de clases, y necesitan más tiempo.